Hoy presentamos la entrevista realizada en La Sexta Noche a nuestro director de Agency World Inv., Rafael Guerrero, con motivo de los rastreos de casos de COVID-19.
Rafael, eres un profesional del rastreo en el que podrías volcar todos tus años de experiencia. Os ofrecisteis muchos detectives privados para realizar esta labor de rastreo y no sé si habéis obtenido respuesta.
Pues no, por desgracia no. Bueno, primero para desmitificar un poco la idea del detective. El detective privado es un profesional que está habilitado, ejerce en España, estamos regulados por una Ley y, evidentemente, somos especialistas en localizar e identificar -en este caso vistos los números de casi 3.000 casos de contagios – para neutralizar esta situación que nos va a afectar a todos en salud y en economía.
Me llama la atención que en países de nuestro entorno como Francia o Portugal que sí que han aceptado el ofrecimiento de muchos detectives privados para colaborar en los casos de rastreo.
Creo que ha sido más un problema de no saber cómo canalizar esa situación. Es muy sencillo, la Administración Pública desde hace muchos años ya cuenta con profesionales como detectives, todos conocemos casos de corporaciones locales para evitar situaciones incívicas en sus localidades, temas de fraude en el seguro, en mutuas de la Seguridad Social…
El detective privado está muy instaurado en el Estado de Derecho para evitar situaciones de fraude o situaciones de irregularidades que en este caso nos constan que ocurren. Personas que tienen el COVID que no han sido identificadas, que no han sido localizadas, que evidentemente campan a sus anchas…
Creo que la figura del detective privado por nuestra experiencia, por la forma en que solemos trabajar pueden detectar estos engaños, estas situaciones que luego nos ponen en peligro a todos, creo que sería un profesional muy útil.
Claro porque habrá muchos rastreadores que no sepan diferenciar cuando la persona que están rastreando les miente para no dar determinados contactos a los que quiere, digámoslo así, proteger. Vosotros estáis más acostumbrados digamos a encontrar la verdad.
Es nuestro día a día, pero no solo eso. Nosotros también es que hacemos trabajo de campo que creo que es muy necesario. Y además en el momento que pasa a corporaciones de Comunidades Autónomas ya es más sencillo porque las propias comunidades tienen sus números de positivos. Es más sencillo trasladar esa información a los profesionales que vamos a poder, como he dicho, identificar, localizar y neutralizar (la cadena de contagio). Pero en trabajo de campo, no solo trabajo telefónico. Es muy importante. Vivimos en un país en el cual las personas mienten bastante.
¿Cómo sería el trabajo de campo? Porque no se limitaría vuestra labor a investigar a través del teléfono, a través de una llamada y hacer ese rastreo. ¿Cómo funcionaríais en ese trabajo de campo para rastrear a los afectados?
A veces en el trabajo lo que es más sencillo es lo más efectivo. Evidentemente primero es personarse en el domicilio, poder ver si esta persona está en su domicilio porque está obligado a estar. Y si no está, en un momento dado ponerlo en conocimiento de las autoridades para que tomen medidas. Si no somos drásticos con esta situación se nos va de las manos, y se está viendo. Entonces, es muy sencillo, es trabajo de campo y luego visitas personales con estos contactos que han estado para ver cómo va esa evolución. Evidentemente se emite un informe y con ese informe el decisor, la Administración, puede tomar una decisión desde mi punto de vista con mucha más información.