Tanto en una entrevista como en la recogida de información de testimonios, siempre existe la posibilidad que nos mientan. En este sentido, a continuación os detallamos distintos métodos o técnicas para detectar si nos están mintiendo. Aunque ninguna es infalible, nos ayudarán a validar si lo que nos está contando nuestro interlocutor es cierto.
1. Dejar que hable
Esta técnica consiste en ir preguntando discretamente con el objetivo de que la otra persona intente dar cuantos más detalles posibles. Una persona que esté diciendo la verdad podrá detallarnos mucha información de forma coherente. Sin embargo, si está mintiendo es muy posible que caiga en contradicciones, a excepción de los mentirosos profesionales capaces de creerse sus propias mentiras.
2. Cambiar de tema y preguntar de nuevo
El objetivo de esta técnica es hacer que la persona a la que estamos entrevistando pierda el hilo de la historia que esté contando. Quedándonos nosotros con los detalles, podemos luego preguntarle de nuevo para ver si entra en contradicciones. También podremos observar si cambia su estado de nervios, es decir, si se relaja cuando habla de otros temas pero se pone tenso cuando habla sobre lo que queremos saber, eso podría indicar que nos está mintiendo. La “pega” de esta técnica es que si se relaja hablando de otras cosas también le puede servir al entrevistado para organizar sus ideas sobre el motivo de la entrevista.
3. Lenguaje corporal
Está científicamente demostrado que todo conflicto (que puede tratarse de una mentira o no) genera una reacción psicofisiológica corporal. Esto puede expresarse cuando nos rascamos partes de la cabeza (barbilla, nariz, pelo..), cuando subimos levemente los hombros a la vez que afirmamos algo, o cuando levantamos las cejas al negar algo. Además de estos gestos tan evidentes, también existen microexpresiones o gestos involuntarios que se producen en una vigésima de segundo y que solo un ojo experimentado puede detectar.
4. Los pequeños detalles son poderosos
Recordar con detalle algunos aspectos que estemos preguntando, como por ejemplo la ropa que llevaba una persona, solo es posible en caso de haberlo vivido. En este sentido, los detalles pueden ayudarnos a desmontar una mentira, ya que en caso de inventarse se producirán inexactitudes o fallos.
5. El mito de la dirección de los ojos
Como hemos comentado antes, las señales corporales indican conflicto, pero no necesariamente mentira. En este sentido, una persona tímida o que lo pasa mal en situaciones tensas podrá reflejar esas señales aunque sea honesta.
Sin embargo, hay un mito de la programación neurolingüística (PNL) que está más que desmentido, es el que habla de la dirección de los ojos. Supuestamente si mientes miras hacia la derecha y si dices la verdad hacia la izquierda.
ste estudio demostró que la teoría no es cierta y, de hecho, se sabe que los mentirosos te miran más fijamente para confirmar que te crees la mentira.
6. Polígrafo y otros detectores de mentiras.
El polígrafo es un método utilizado muy a menudo para la detección de mentiras consistente en detectar las fluctuaciones de la presión sanguínea, el pulso y la respiración, que pueden verse modificadas dependiendo de si la persona está diciendo la verdad o está mintiendo.
Recientemente en Grupo Agency World asistimos a la 94ª Conferencia Anual de la Asociación Mundial de Detectives donde se probó un nuevo detector de mentiras basado en la contracción del iris. El detector consiguió detectar el 90% de mentiras, ¿será esta la solución definitiva?.