El detective privado: del cliché a la realidad
Hace mucho tiempo que quedó atrás la imagen cliché del detective privado como alguien que, para intentar pasar desapercibido, se mueve entre sombras vestido con traje y gabardina, ocultando su mirada tras unas gafas de sol mientras espía disimuladamente con un periódico como cobertura. Hoy en día ya se sabe que, precisamente, esa imagen llamaría la atención más de la cuenta, y que los detectives privados que hacen trabajo de campo tienen métodos y atuendos más acordes con los tiempos que corren para mezclarse con la población sin levantar sospechas.
Sin embargo, el concepto que aún se tiene sobre los servicios que puede ofrecer un detective privado aún está fuertemente arraigado en nuestra sociedad. En este sentido, si preguntamos a cualquier persona que no haya precisado nunca contratar un detective privado sobre los servicios que éste puede llegar a ofrecer, es posible que el primer (y quizás único) servicio que se le ocurra sea la detección de infidelidades.
Servicios del detective privado
Nada más lejos de la realidad. Si bien la detección de infidelidades es un servicio demandado, lo cierto es que el servicio debería llamarse “confirmación de infidelidades”, ya que en la mayoría de casos el cliente o clienta ya tiene constancia de la infidelidad, pero necesita pruebas legalmente obtenidas para utilizarlas ante un posible divorcio.
Por otra parte, existe un numeroso abanico de servicios que los detectives privados ofrecen: espionaje industrial, detección de escuchas, ciberinvestigación, seguridad privada en eventos o la localización de desaparecidos. En éste último caso, la localización de desaparecidos, no suele ser tanto debido a la desaparición de adolescentes o menores de 18 años que por enfado se ausentan durante pocos días para luego regresar a su hogar, sino más bien se trata de casos en los que un reparto de herencia (ya sea en territorio nacional o en el extranjero) obliga a intentar localizar un descendiente que lleva años en paradero desconocido.
Servicio de vigilancia preventiva
Si bien los anteriores servicios, de salida, son menos conocidos pero habitualmente demandados dentro del sector de los detectives privados, existen otros que no gozan de la misma demanda, no porque no sean necesarios o no haya demanda, sino porque aquellas personas que los podrían solicitar desconocen que un detective privado pueda ayudarles en esa situación.
Estamos hablando, por ejemplo, del servicio de vigilancia preventiva que puede traducirse en un acompañamiento a mujeres que se encuentran en un proceso de divorcio o separación conflictivo y necesitan ir a su antigua residencia donde aún vive su expareja. Este servicio no se utiliza exclusivamente en caso que se hayan producido malos tratos previos, pero puede producirse la situación en la que la mujer deba acudir a su recientemente abandonada vivienda para recoger sus pertenencias y tema algún tipo de represalia por parte de su expareja, de cuya reacción desconfía por el motivo que sea.
En este caso el detective privado simplemente acompaña a la mujer y su mera presencia suele ser disuasoria ante cualquier reacción indeseada.